Teófilo de Antioquia:
Pareceme ridículo que trabajadores de la piedra, alfareros o pintores y fundidores modelen, pinten, esculpan y fundan y fabriquen dioses, a los que, mientras están entre las manos de los artífices no los aprecían en nada; pero en cuanto alguien los viene a comprar y los exponen en lo que llaman templo o en una casa, no solo los adoran quienes los compraron, sino que los mismos que los fabricaron y vendieron acuden con gran fervor y con aparato de sacrificios y libaciones a adorarlos y los tienen por dioses; sin caer en la cuenta de que siguen siendo lo mismo que cuando ellos los fabricaron: piedra, bronce, madera, color o cualquier otra materia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario