28/12/06

El hombre, animal político.

He encontrado por fin el fragmento de un texto de Aristóteles en el que hace referencia al ser humano como animal político.
"La razón por la cual el hombre es, más que la abeja o cualquier otro animal gregario, un animal social, es evidente: la naturaleza, como solemos decir, no hace nada en vano, y el hombre es el único animal que tiene la palabra(Logos). La voz es signo de dolor y de placer, y por eso la tienen los demás animales, pues su naturaleza llega hasta tener sensaciones de dolor y de placer y significárselas unos a otros; mientras que la palabra, por su parte, sirve para manifestar lo conveniente y lo nocivo, lo justo y lo injusto, y es exclusivo del hombre el tener, él solo, el sentido del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto así como de las demás cualidades de esta índole, y es la comunidad de estas cosas cosas las que constituye el hogar y la ciudad"
Hay quien se queja continuamente de la ingente cantidad de normas que rigen nuestra sociedad, tanto de carácter legal, que constituyen el código reglado de nuestra convivencia, como de caracter cultural, como por ejemplo las normas de buena conducta, que no están penalizadas legalmente pero cuyo incumplimiento si es socialmente reprobable, esas personas "hartas de la sociedad y las normas" propugnan una vuelta a la sencillez de la naturaleza como solución a los problemas que, dicen, crea la sociedad y sus excesivas normas que coartan la libertad del individuo; como refutación de dicha tesis no se me ocurre una frase más escueta y precisa que la de Fernando Savater cuando afirma "No se trata de elegir entre naturaleza y sociedad sino de darnos cuenta de que nuestra naturaleza es la sociedad" El hombre es, por naturaleza, animal político, animal social y su habitat es la ciudad.

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